ZIDANE METIO UN GOL EN EL CIELO
Fue una jugada tan maravillosa que el hecho de que no acabara en gol resulto casi una minucia. Hubiera sido una ordinariez apenarse por ese pequeño detalle. Fue tan maravillosa como otras que no entraron y que no nos cansamos de ver repetidas en la television con la ingenua esperanza de que un dia se cuelen, de tanto insistir. Pienso ahora, por ejemplo, en ese gol de Pele que no fue, el balon y el negro a punto de cruzarse, el portero a mitad de salida, y el genio que no controla, ni chuta, sino que salta por encima de la pelota, cada uno por su lado que luego te recojo, hace falta estar loco para pensar algo asi, para imaginarlo siquiera, para tener tiempo. No fue gol, cuando regreso a por la bola la tiro fuera. Pero diganme que demonios importa, diganme si eso le quito el trauma al portero, el complejo de Tonetti.
Cuando Zidane, despues de hacer una pared con Ronaldo, se presento delante de Bizarri no tenia en la cabeza que el partido estaba empatado. Lo sabia, pero no lo tuvo en cuenta. Tampoco que esa ocasion podia culminar una remontada sufridisima, 2-0 al descanso. Cuando Zidane se planto delante de Bizarri no se la puso rasita por alguno de los lados, imposible atraparla. Tampoco le fusilo. No.
Como la pared habia sido hermosa, toquecito chulapo de Ronie, como la remontada era bonita, como hacia buena noche, como las musas tienen helipuerto en su coronilla, como le apetecia, Zidane decidio desplegar un mundo donde otro hubiera metido un pie.
En lugar de chutar, demasiado facil, piso el balon con una bota y se lo llevo con la otra, roulette lo llaman en Francia, tostá en Sevilla y tirabuzon en el barrio, aunque alli se suele insultar a quien se atreve porque el insulto es la primera forma del desprecio pero la ultima del elogio: que guapa eres, condenada (y asi).
Ni que decir que Bizarri, al ver todo aquello, se quedo estupefacto, hasta temio salir herido, que es lo primero que se nos pasaria por la cabeza si tuvieramos un marciano delante. El caso es que despues de construir la catedral gotica, campanarios flamigeros, temibles gargolas, Zidane salio un poco escorado, perseguido por los orcos, y el disparo se le escapo por encima del larguero, no esta claro si se le fue alto o el balon, de motu propio, se elevo, levito, que es el destino de los balones cuando los indultan los jugadores grandiosos, ni una patada mas.
Fdo.: Juanma Trueba