Si algún jugador pudiera elegir qué partido jugar en cada
momento imagino que cada uno elegiría el suyo… un portero parar un penalti
decisivo en el minuto 92… un defensa secar al Cristiano Ronaldo o Mbappé de
turno… un centrocampista gobernar un partido a su ritmo desde el minuto uno al
noventa… y un delantero marcar de tres goles para arriba y llevare el balón a
casa como trofeo… Hoy a Isco le concedieron todos sus deseos…
El malagueño campo a sus anchas por el césped árabe, porque
el partido se jugó desde el pitido inicial al ritmo que más le gusta a Isco. El
contrario fortificando su área y 4 compañeros velándole las espaldas, librándole
de cualquier obligación defensiva y cuando el equipo tenía el balón se jugaba
con la parsimonia que más le gusta. Isco en muchas ocasiones ralentiza el ritmo
frenético que le ponen a su juego otros compañeros como Hazard, Rodrygo o
Vinicius. Era el partido perfecto para el y lo culminó con el gol que llevaba
tiempo buscando para dedicarle a su hijo recién nacido. Si este partido ha
servido para ir recuperando en parte al mejor Isco… Bienvenido sea.
La Supercopa aun llevándola a jugar a Oriente sigue teniendo
el mismo poco interés que cuando se juega en verano… no me gusta el
futbol-negocio. Y choca que un presidente de la Federación que antes ha sido
futbolista se le ocurran semejantes ideas… pero desde que la visita a un
estadio se ha convertido en un bien de primerísimo lujo, lo normal era llevarlo
al país de los petrodólares, donde lo que sobra es el dinero y lo que falta es
la pasión…
Foto: elespanol.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario