viernes, junio 19, 2020

GRADAS VACIAS. CORAZONES LLENOS


Están siendo tiempos duros, complicados de entender… para todos. Esta vuelta a la normalidad, tiene poco de normal. Volvemos a tener futbol, pero es un futbol distinto y mucho más para los madridistas. Es verdad que todos juegan sin público, pero si no fuera por la megaobra faraónica del presidente estaríamos jugando en el Bernabéu. Y creo que es un hándicap para nosotros. El Di Stefano no es lo mismo. Incluso con las gradas vacías el coliseo madridista impresiona, en algunas ocasiones más que cuando está lleno. No se me olvidan los rostros impresionados de los rivales cuando llegan al estadio y ven vacías esas gradas que se te echan encima, que parece que te van a fagocitar de un bocado. En cualquier caso debemos acostumbrarnos a esto, al menos para los 9 partidos que quedan. No va a ser fácil. Mucho menos comprobando como a nuestro rival por la Liga le ponen alfombras de flores para allanarles el camino. Siempre juegan antes que nosotros. Lo de jugar casi todos los partidos a las 10 de la noche tampoco me parece un agravio, más que nada porque cuando empiece el calor de verdad, que parece no va a tardar mucho, la temperatura a esas horas es mucho más agradable que a las 7 de la tarde.

Lo mejor de estos días sin duda ha sido la vuelta de Asensio. Te pasas 10 meses lesionado y cuando regresas estás en medio de una pandemia mundial. Es verdad que de no ser por ella, ni él ni Hazard habrían vuelto a jugar esta temporada prácticamente. Pero la lucha del balear se merecía la ovación del público en su vuelta y el estruendo que sin duda hubiera llegado después de meter el gol en el primer balón que tocaba tras su regreso, calcando por cierto aquel que cerraba la final de la Champions contra la Juventus. Se merecía más que nadie que todos pudiéramos recibirle como, sin duda, se ha ganado. Esperemos que no vuelva como se fue, si no como llegó en su primera temporada de blanco. Estamos esperándole…

De Benzema poco se puede decir que no se haya dicho ya… No es un killer y nunca lo será. Y la mayoría de las veces me desespera su falta de instinto asesino, pero hay que reconocer que cuando se viste con el disfraz de artista no se le puede poner pero alguno. Me acuerdo ahora de los golazos contra Osasuna en el Sadar, la media tijera contra el Ajax en el Amsterdam Arena, el jugadón en el Calderón para que Isco embocara… al igual que le ocurre a Redondo con su taconazo en Manchester o a Guti con el suyo en Riazor, a pesar de que no fueran ellos los ejecutores su nombre siempre estará asociado a ellos. El gol de Redondo, el gol de Guti… y el gol de Benzema.

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