Como los buscadores del oro en el viejo oeste americano,
agachados junto al río con su cedazo, esperando encontrar esa porción de tierra
brillante que ilumine su porvenir y resuelva su futuro… con esa actitud me
dispongo a ver los partidos que nos quedan y los que hemos tenido hasta ahora
desde la eliminación contra en Ajax… Esperando que aparezca esa pepita que me
devuelva la ilusión o que esa pequeña roca que parecía un guijarro termine
mostrando su brillo oculto…
Quiero decir… prefiero esperar lo bueno que desesperarme por
lo malo. Puedo fijarme en Bale y en su obsesión por demostrar partido tras
partido que ya no tiene ganas de seguir intentándolo… O enojarme por la falta
de un killer cuando Benzema busca paredes en la frontal y no tiene nadie con
quien hacerlas… O indignarme por la falta de oportunidades que tiene por
delante Reguilón ante la insistencia de Zidane en recuperar a Marcelo cerrando
la puerta al canterano…
Pero como el aficionado a la pesca que espera y espera fijándose
en la veleta esperando a que la presa muerda el anzuelo, prefiero sentarme a
tratar de descubrir los brotes verdes… Ayer sin duda la mejor noticia fue
Brahim. No sé si Zidane lo pone para ponerle en el escaparate de cara a una
posible cesión o porque esté pensando en quedárselo en plantilla la temporada que
viene, pero con esa actitud del jugador es como se demuestra que quieres, que
tienes ganas, que tienes ambición… Bale no tiene tan lejos los espejos en los
que mirarse… La lástima es que la imagen que él ve reflejada ya ha envejecido…
Como Dorian Gray…
Foto: meritocraciamadridista
No hay comentarios:
Publicar un comentario