Hacía tiempo que no veíamos un partido tan serio del Real
Madrid. Empezando por la portería con un Courtois por fin grandioso y decisivo
al que, esta vez sí, le debemos la victoria. Con su parada con la cara a
Batsuayhi dejó cerrada la portería blanca, porque de haber entrado el VAR lo
hubiera validado… y con el empate a uno con tan poco tiempo por delante el
partido habría cambiado y a pesar de la mejoría más que notable en la primera
parte, con lo que ha vivido el equipo en las últimas jornadas, nos habría entrado
el miedo suficiente como para meter a los ches en el mismo.
Como cambia el equipo cuando tiene dos laterales como Dios
manda. Reguilón ha dejado de ser una promesa, un canterano con ambición, para
convertirse en toda una realidad del futbol de élite. Y de Carvajal no vamos a
descubrir nada… defiende como un perro de presa y ataca como el Roberto Carlos
de sus mejores tiempos. Ahí tenemos un jugador sobre el que construir el
futuro, que terminara portando el brazalete como canterano cogiendo así el
relevo de los Raúl, Casillas…etc
A Asensio parece que le hace falta probar el banquillo para
dar lo mejor de si… acomodado en la titularidad ha bajado su rendimiento a
limites desconocidos para el madridismo y esta tarde aun fallando un gol
cantado se ha visto una ligera mejoría. A lo mejor es lo mismo que le pasa a
Isco… el malagueño está en el momento de su carrera deportiva en el que tiene
que decidir si quiere
convertirse en el Guti del siglo XXI (jugador genial pero
intermitente que no consigue ganarse la confianza de ninguno de sus
entrenadores) o asentarse definitivamente en el Real Madrid y llegar a ser uno
de los capitanes del equipo. En sus manos está… o más bien en sus pies… pero
sobre todo está en su cabeza y su corazón.
Foto: eldesmarque.com
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