...Porque si no llega a ser por Nicolita ayer no le metemos un gol ni al arcoiris.... que partido.... por favor. Bien es cierto que como bien aprendida que tienen ultimamente la leccion todos los equipos que se enfrentan al Real Madrid, para tener exito hay que frenar a Guti... sea como sea. Con la permisividad que muestran los arbitros con este tipo de cuestiones el rival tiene el 80% del partido bajo control, es increible que luego expulsen a un jugador por decirle a un arbitro "Eres un fenomeno" pero ese es un tema aparte y que merece mucho mayor comentario.
Y en esas se desarrollaba el partido, El Steaua presionando la salida del balon con fuerza, o sea Guti, y los blancos atascados porque ante la situacion de un Guti inoperante no hay nadie capaz de sacar el balon jugado. Emerson algo mas entonado que el ultimamente desconocido Diarra pero ninguno con la capacidad de sacar el balon en condiciones. La defensa cumplia con su trabajo, en especial un enchufadisimo Sergio Ramos que no solo cumplio en defensa sino que remato un par de balones de estrategia que se fueron por poco y ademas puso un balon de gol a Helguera que el cantabro echo fuera incomprensiblemente a un metro de la linea de gol.
Raul ayer cumplio con su papel de siempre corriendo, presionando, animando pero no estuvo tan fino como en anteriores encuentros al igual que Van Nistelrooy muy muy gris en la tarde-noche de ayer, todos los balones se los tenian que mandar al pie, no busca los espacios ultimamente. Por tanto el equipo pedia a gritos la entrada de Reyes y Ronaldo porque necesitan minutos y siempre se espera algo de ellos. Esa frescura, esa velocidad, ese descaro del utrerano y sobre todo esa sensacion que da Ronaldo de que este como este, gordo, flaco, viejo, lento siempre puede ocurrir algo, esa sensacion de peligro constante y mas sabiendo la rabia que tiene dentro ahora mismo el brasileño que ni siquiera por asomo tiene Van the Man.
En fin que como dice una especie de leyenda urbana goles como el que ayer nos dio la clasificacion son ese momento inverosimil de que la suerte se alia con el campeon, esos goles que sin saber porque te reenganchan a la competicion y te dan el puntito que te falta para ser campeon.
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